Esta entrevista con Adriana Letechipía es parte de un reportaje sobre el Gran Colisionador de Textos Especulativos (GCTE). Te invitamos a conocer su trabajo literario y su labor dirigiendo este espacio de creación literaria.
Gran Colisionador de Textos Especulativos: creando y difundiendo literatura emergente
Entrevista con Adriana Letechipía
1. Desde tu primera experiencia en la Tertulia de Ciencia Ficción hasta la fecha ¿Cuáles consideras que han sido los mayores cambios en el campo literario de la ciencia ficción en México?
El aumento en el número de mujeres escritoras y fans. En aquellas tertulias de lo que se solía hablar era de ciencia ficción extranjera escrita por hombres, principalmente aquellos que pertenecían a la edad de oro y la Nueva Ola. Estamos hablando de 1938 a 1980, aproximadamente. Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Philip K. Dick, J. G. Ballard. La escritora más citada era Ursula K. LeGuin. Inclusive pocas éramos las mujeres que nos sumamos a charlas del género: Nadia Galaviz y Aleida Nuñez eran mis únicas compañeras, mismas que avanzaron en su vida personal y dejaron la Tertulia.
Actualmente, en el Gran Colisionador de Textos Especulativos, las mujeres escritoras y consumidoras de la ciencia ficción son casi la mitad de las y los colisionadores activos (10 DE 22). Tenemos un grupo de lectura interno llamado Lepismátidos donde hemos leído a Octavia Butler, Yoko Ogawa, Andrea Chapela y Daniela L. Guzman. Y hemos sumado a Cixin Liu como escritor no anglosajón.
La salida del closet de la ciencia ficción y el aumento en el consumo de productos relacionados.
Los contertulios cargábamos con cierto “estigma” al ser fans del género. Por sus características llenas de referencias científicas, técnicas, críticas y de la cultura pop, pasábamos por nerds, geeks u otakus. No es que nos molestara, pero en aquel tiempo esas figuras eran los bufones en gran cantidad de películas y series juveniles. Actualmente hay un “orgullo” generalizado, quizás The Big Bang Theory y el universo de Marvel ayudaron en eso.
Por otro lado, anteriormente la ciencia ficción estaba concentrada en los libros, las revistas, la novela gráfica, el ánime, el manga y las películas, soportes físicos que tardaban bastante en llegar a nuestro país. Hoy por hoy el internet y las redes sociales ponen a nuestra disposición el streaming, las series, la música, el podcast los microvideos y la microficción en soportes digitales en tiempo y volumen record. Se podría decir que se ha vuelto un producto de consumo masivo con los temas que toca: las inteligencias artificiales, el vuelo comercial espacial, el alcance del telescopio espacial James Web, el mundo virtual, etc. Creo que los cienciaficcioneros nos sentimos como peces en el agua en estos tiempos y nos emocionamos por lo que vendrá.
2. ¿Qué recuerdos o experiencias destacarías de esa «vieja guardia» del colisionador que era la tertulia?
La facilidad con que nos reunimos de manera presencial para compartir el gusto por el género al lado de la comida y bebidas; además de los días de maratón de películas de ciencia ficción. Tuvimos el gusto de ir al cine en conjunto para ver Cygnus, de la mano de su guionista, Carlos Alvahuante (Contertulio también). Nos unimos Contertulios y Trekkies, aunque terminamos viéndola en cines diferentes, fuimos al restaurante de siempre a charlar sobre nuestra impresión de la cinta. Carlos nos platicó sobre su experiencia como escritor y firmó los ejemplares que corrimos a comprar en la librería Gandhi para la ocasión.
Cygnus es una gran película mexicana con varios premios nacionales y extranjeros. La recomiendo totalmente.
3. ¿Cuál consideras que es la influencia de la literatura anglosajona entre los miembros del Gran Colisionador? ¿Piensas que es la misma que cuando te aproximaste a la ciencia ficción?
Definitivamente no. A pesar de que varias y varios colisionadores comenzaron leyendo a los escritores clásicos, hemos hecho un esfuerzo para salir del “canon” y abrazar otras visiones, perspectivas y nuestros orígenes.
Además, si bien iniciamos como un taller de escritura de ciencia ficción, los límites del género han quedado bastante difuminados. Quizás por el bagaje cultural que tenemos, la necesidad de expresar nuestro día a día en un país tan singular o el realismo mágico que tanto caracteriza a nuestro país.
La facilidad con la cual podemos obtener fuentes del género en internet, a través de grupos especializados en redes sociales o bibliotecas dedicadas a la escritura especulativa, ha influido sustancialmente. Prácticamente el 90% de lo que consumimos es digital.
4. ¿Qué características consideras que “hacen diferente” a las propuestas narrativas de los integrantes del GCTE respecto a la literatura extranjera que domina comercialmente?
Su bagaje cultural, su vida del día a día con los retos que propone vivir en un país en desarrollo consumidor de tecnología y su visión única del género.
Entre las y los colisionadores hay migrantes, indígenas, feministas, integrantes de la comunidad LGBTTIQ+, extranjeros latinoamericanos, jóvenes (Menores de 25 años) y no tan jóvenes (mayores de 55 años). Durante las sesiones de tallereo, queda de manifiesto la gran diversidad que hay. Esto permea a nuestro trabajo y enriquece nuestras letras.
5. Cuéntame cómo fue el cambio hacia la orientación virtual del taller durante la pandemia y cuáles siguen siendo los retos de esta modalidad
Uff, fue un parteaguas.
Las reuniones presenciales siempre fueron agradables, pero limitadas. Llegaban hasta 25 participantes, lo cual de entrada es un gran número. Cada participante tenía que dar una crítica constructiva, pero la emoción del momento decantaba en una tertulia. Las sesiones duraban hasta cinco horas y a penas podíamos revisar tres o cuatro textos.
Otra limitante era la falta de difusión de convocatorias para publicación de textos y la falta de seguimiento de los participantes y sus trabajos.
Cuando llegó el covid-19 a México y tuvimos que permanecer en resguardo, creímos que se terminaría con el taller. Pero la implementación de sesiones virtuales hizo todo lo contrario. Las sesiones tenían un tiempo limitado a tres horas, el número máximo de participantes disminuyó a 10 por sesión y logramos trabajar hasta cinco textos por día; mantenemos el contacto con los participantes y los motivamos para participar en las convocatorias, logrando la publicación de sus trabajos por terceros.
Otra de las virtudes de esta modalidad es la facilidad que representa para personas de fuera de la ciudad. Así es como hemos logrado llegar a Monterrey, Guadalajara, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Venezuela, Perú, España y Francia en tiempo real.
Como un plus, la virtualidad ha facilitado también la inserción de mujeres en el taller. Varias hemos manifestado que nos sentimos seguras trabajando hasta tarde desde nuestro hogar, sin la necesidad de salir a exponernos o regresar a altas horas de la noche.
Los retos son mantener cohesión entre los participantes, motivarlos a seguir participando y escribir sin duda. A pesar de que el taller es permanente y gratuito, varios participantes han desertado por las actividades propias de la vida, como el trabajo, la educación, el desempleo, la formación de una familia y el cambio de hogar, entre otros. Aún no podemos decir que viviremos de nuestra pasión que es la escritura, pero hemos cumplido el sueño de ser reconocidos en nuestra comunidad.
6. Desde mi punto de vista hay una predominancia del cuento en el campo de la literatura de ciencia ficción mexicana ¿Por qué piensas que es así? ¿Qué hace falta para que las y los autores se aventuren más en la novela?
Pienso que la microficción y el cuento corto se han vuelto el común denominador debido a la vida apresurada e inmediata que ahora tenemos con la tecnología y la necedad (si, necedad) del aumento de vivencias o experiencias en un corto tiempo. Un panorama muy cyberpunk si se me permite.
Actualmente el TikTok ha colaborado en el consumo de videos supercortos llenos de ingenio, producción y suerte; se debe de lograr un alto impacto en unos cuantos segundos para lograr la viralidad. Lo mismo ha pasado con la literatura. Pasó de lo físico a lo digital y de las grandes extensiones a las ultracortas. Las generaciones nuevas parecen preferir lo visual y auditivo a la literatura, así que mientras menos deban de leer, mejor.
¿Qué le hace falta a los escritores mexicanos para extenderse? Facilidad de distribución; es decir, editoriales que apuesten por la longitud. Lectores que consuman textos largos; para ello supongo debemos inducir a leer primero, México sigue siendo uno de los países que menos lo hacen en el mundo. Talleres que tengan la disposición a leer varias veces los mismos capítulos. En el Colisionador hemos apoyado a algunos escritores con estas actividades. Hasta el momento, Martín Fragoso es el primero en publicar una novela.Por último recalcaría obtener un pago justo por todo este trabajo.
7. ¿Cuáles son los planes futuros del gran colisionador? ¿Tuyos?
Queremos publicar el volumen dos de la antología Mundos en Colisión, estamos trabajando en eso; difundir el trabajo publicado de cada colisionador, para ello vamos a seguir alimentando la página de wordpress que tenemos; y seguir vigentes por mucho tiempo más para llegar a todo México y más países.
Por mi parte deseo publicar una antología propia de ciencia ficción y otra de terror (mi otra pasión). Espero que pronto pueda hacerlo.
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