En 1665, el sacerdote jesuita Atanasio Kircher escribió su obra Mundus subterraneus, quo universae denique naturae divitiae. Se trataba de un compilado en el que narraba algunas de sus expediciones geológicas en las que supuestamente había recabado información suficiente para afirmar que muy por debajo del suelo terrestre existían las condiciones para albergar vida. Así surgió la teoría de la tierra hueca, si bien esta idea ya había sido explorada por varias religiones y mitologías alrededor del mundo, fue Kircher quien intentó por primera vez
darle algún tipo de sustento científico.
Con los años dicha creencia fue totalmente descartada y probada como físicamente imposible dadas las características reales del subsuelo terrestre. Sin embargo, en los campos de la fantasía y la ciencia ficción, la tierra hueca ha sido objeto de inspiración para diversos autores como Julio Verne, quien en 1864 escribió la novela Viaje al centro de la tierra un clásico de la ciencia ficción que narraba las aventuras de unos valientes exploradores que se adentraban en las misteriosas profundidades del mundo intraterrestre, encontrándose así con dinosaurios y otras criaturas prehistóricas.
Aventura al centro de la tierra: la película mexicana
Mucho tiempo después, dicha novela serviría como inspiración para: Aventura al centro de la tierra una película mexicana del año 1965 dirigida por Alfredo B. Crevenna. La cinta nos contaba el viaje del profesor Díaz (Jose Elías Moreno), quien ayudado por el doctor Manuel Ríos (Javier Solís) se enfrascaba en una peligrosa aventura que lo llevaría a descubrir las maravillas y los horrores que habitan bajo la tierra.
Con un presupuesto bastante alto (para la época) en Aventura al centro de la tierra, pudimos ver un despliegue de efectos especiales que incluían la construcción y diseño artesanal de impresionantes sets para conseguir lo que serían las cavernas de la tierra hueca. En cuanto a las criaturas, la película apenas si menciona algún animal prehistórico real (de hecho para la única escena con dinosaurios se utilizó metraje de One million years B.C.
una producción británica de 1940 bastante polémica ya que se usaron animales reales caracterizados como reptiles gigantes). La cinta toma un rumbo mucho más fantástico y encaminado hacia al terror al incluir seres mitológicos como un cíclope, arañas monstruosamente grandes y una especie de grotescos hombres murciélagos que servirían como los principales antagonistas.
El toque ranchero
Todavía con las comedias rancheras muy presentes, el filme no desperdicia la participación del actor y cantante Javier Solís que en un momento interpreta la canción Perdóname mi vida siendo esta una escena muy extraña, que rompe con el género y el tono de aventura que la película pretendía tener. Aventura al centro de la tierra, es un muy buen intento de adaptar la ficción de Julio Verne a la gran pantalla, una superproducción de la época de oro del cine nacional que le dio el toque mexicano a la tierra hueca.
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