México 2000 es una película de 1983 dirigda por Rogelio Antonio González Villarreal y protagonziada por Chucho Salinas, Héctor Lechuga, y Tina Romero.
Imaginando el futuro
El mundo del mañana es un tema constante dentro del cine de ciencia ficción, desde perspectivas optimistas con autos voladores al estilo de Volver al Futuro 2 hasta distopías llenas de crimen y luces de neón como la que vimos en Blade Runner, el futuro y saber cómo evolucionaremos (o involucionaremos) como sociedad ha fascinado por igual a espectadores y cineastas.
Durante las últimas décadas del siglo pasado esta fascinación tomó forma en la figura de los entonces enigmáticos y próximos a llegar años dos mil. Se pronosticaba que el inicio del nuevo milenio traería consigo una serie de cambios políticos, sociales y sobre todo tecnológicos, que dependiendo de la perspectiva de quien los imaginaba, provocarían avances increíbles que nos facilitarían la vida en todo sentido o serían los causantes de nuestra propia autodestrucción.
Esta mezcla de esperanza y miedo por el año 2000 fue combinada con humor para hacer una crítica mordaz y muy divertida hacia la sociedad mexicana de finales del siglo XX en la película: México 2000, dirigida por Rogelio Antonio González Villarreal y estrenada en 1983.
México 2000 y la sátira del futuro mexicano
La historia comienza con una estrambótica reunión de dioses en el olimpo, estas deidades han resuelto que la humanidad no tiene salvación y debe ser exterminada, sin embargo, a último minuto un dios azteca (interpretado por el comediante Héctor Lechuga) convence a sus compañeros de aplazar el juicio final ya que según sus palabras México aún puede demostrar que los seres humanos cambiarán para bien.
Es así como llegamos al año 2000, nos encontramos con una ridícula utopía (muy parecida a la vista en la serie animada de los Supersónicos) en la que México se ha convertido en la mayor potencia mundial. La corrupción, el crimen y la desigualdad social han desaparecido por completo, a lo largo de las historias que comprenden esta antología futurista conocemos como el país ha logrado tener una educación pública de primer mundo, la contaminación es cosa del pasado, el transporte público es de primerísimo nivel, la selección mexicana de futbol es campeona del mundo y los funcionarios del gobierno son respetuosos de las leyes y de los ciudadanos a quienes sirven.
Todo este contexto idílico es presentado mientras los personajes recuerdan los tiempos pasados, aquella época del país sumido en el caos, el descontento social, la pobreza y la inseguridad. Es así como vemos el enorme contraste que existe entre la entonces actualidad del ahora lejano 1983 y ese imaginario año 2000.
Ciencia ficción y crítica social
Más allá de contar una historia sobre un futuro disparatado, Chucho Salinas y Héctor Lechuga (guionistas y protagonistas de México 2000) lograron entender perfectamente el potencial de la ciencia ficción como una sátira social que sin caer en el recurso de la distopía (más bien al contrario) logran representar los grandes males de la sociedad a través de un futuro optimista.
Han pasado poco más de 40 años desde 1983 y al día de hoy han pasado exactos 24 años desde el tan esperado 2000. Por desgracia, no nos convertimos en una civilización avanzada. El futuro en el que vivimos es más parecido al de Mad Max que al de México 2000, es curioso pensar como seguimos lidiando con las mismas problemáticas que aquejan a los mexicanos del siglo pasado. Muy poco ha cambiado, pero quién sabe, quizá para el año 3000 al fin México gane el mundial.
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