El Gran Colisionador de Textos Especulativos (GCTE) es un espacio para la creación y difusión de literatura especulativa (incluida la ciencia ficción). En él han concurrido destacadas escritoras y escritores emergentes. También participan o han participado activamente escritoras y escritores consolidados, ahora figuras históricas de la ciencia ficción mexicana.
El GCTE es heredero de la Tertulia de Ciencia Ficción de la Ciudad de México, fundada en el 2007 en el Sanborns de los azulejos. Este grupo estuvo originalmente compuesto por personajes como Jorge Armando Romo, Miguel Ángel Fernández Delgado, Eduardo Honey, Luis Flores, Ángel Zuare, Brenda Ruiz, Armando Arciniega, Alberto Hinojosa, Mauricio del Castillo, Manuel García Sánchez, Armando Saldaña (y otros nombres que seguramente se me escapan). Comenzó como un grupo de fans para platicar sobre ciencia ficción pero la necesidad de escribir fue creciendo entre las y los participantes, por lo que el espacio mutó hacia un taller.
De tertulia a taller
Adriana Letechipía es una conocida escritora en la comunidad de ciencia ficción en México. Participó en los comienzos de la Tertulia y después de un tiempo tomó las riendas de lo que se convertiría en el GCTE. Sobre aquella “vieja guardia” de la ciencia ficción mexicana comentó en entrevista:
En aquellas tertulias de lo que se solía hablar era de ciencia ficción extranjera escrita por hombres, principalmente aquellos que pertenecían a la edad de oro y la Nueva Ola. Estamos hablando de 1938 a 1980, aproximadamente. Isaac Asimov, Arthur C. Clarke, Philip K. Dick, J. G. Ballard. La escritora más citada era Ursula K. LeGuin. Inclusive pocas éramos las mujeres que nos sumamos a charlas del género: Nadia Galaviz y Aleida Nuñez eran mis únicas compañeras, mismas que avanzaron en su vida personal y dejaron la Tertulia.
Después de varios intentos y con apoyo de Damián Neri y Osvaldo Patiño el taller se materializó. La sede fue la librería Guillermo Tovar y de Teresa en el Centro Histórico de la CDMX. Luego cayó la pandemia pero eso lejos de suspender las sesiones abrió un nuevo abanico de posibilidades en la virtualidad:
Las reuniones presenciales siempre fueron agradables, pero limitadas. Llegaban hasta 25 participantes, lo cual de entrada es un gran número. Cada participante tenía que dar una crítica constructiva, pero la emoción del momento decantaba en una tertulia. Las sesiones duraban hasta cinco horas y a penas podíamos revisar tres o cuatro textos…Las sesiones (virtuales) tenían un tiempo limitado a tres horas, el número máximo de participantes disminuyó a 10 por sesión y logramos trabajar hasta cinco textos por día; mantenemos el contacto con los participantes y los motivamos para participar en las convocatorias, logrando la publicación de sus trabajos por terceros.
Según palabras de Adriana, el GCTE tiene actualmente más de 50 miembros y la mitad son mujeres. Han publicado más de 50 textos en diferentes revistas, antologías e incluso novelas. Se reúnen todos los viernes y sábados entre las 7 PM y 11 PM (hora de México) de manera virtual. Además sus canales digitales son centro de difusión de todo tipo de actividades y convocatorias relacionadas con la ciencia ficción.
Lee la entrevista completa con Adriana Letechipía aquí
Las y los colisionadorxs
Entre la comunidad del GCTE suelen llamarse colisionadores. Entrevisté a dos de ellxs, quienes me contaron su experiencia en este espacio de creación literaria: Martha Camacho y Quino Islas.
Martha Camacho es una escritora histórica de la ciencia ficción mexicana. Ganadora en 1988 del Premio Nacional de Cuento Efraín Huerta y finalista del Premio internacional VID de ciencia ficción y fantasía (MECYF). Ha publicado tanto en revistas ya extintas como la Asimov Ciencia Ficción y en vigentes como Espejo Humeante. Fue miembra activa de la Tertulia y también se sumó a las labores del taller del GCTE. Comenta cómo fue que llegó:
Pertenezco a la tertulia de ciencia ficción de la ciudad de México hace como unos 5 o 6 años. Resulta que vi el anuncio en facebook y lo puse en el chat de mi colonia (donde vendo mis pasteles) y uno de los escritores y también vecino mío, Armando Saldaña Salinas, respondió. ya estaba yo entonces en el club aztlán de star trek méxico, de modo que avisé al presidente y a la secretaria general y nos presentamos en la tertulia. estuvimos asistiendo cada mes y hubo ocasiones en que las reuniones se hicieron en mi casa…en parte, compartir mis textos con los chicos es hacerles notar que escribir sus sueños más locos, son posibles si aceptan apoyo.
En la primera antología del GCTE, llamada Mundos en Colisión Vol. 1, Martha contribuye con el cuento Fábula viral (publicado originalmente en Espejo Humeante). La historia gira alrededor de un grupo de virus y bacterias, incluido el SARS-Cov-2, que discuten sobre cómo ser más eficientes en su proceso de infección. Con gran uso de mexicanismos, el relato hace las veces de fábula y de cuento didáctico sobre la dinámica de los patógenos en nuestros cuerpos. Sobre su proceso de escritura Martha comenta:
Sufrí una serie de alucinaciones, durante la fiebre y gracias a los medicamentos que tuve que utilizar; eso fue lo que me inspiró…la fábula se leyó unas tres veces (en el GCTE) pero yo no lograba aterrizarla. Al cambiar el lenguaje y escenario por un bar de mafiosos, en un ambiente estilo John Wick a nivel molecular, el asunto funcionó. no habría quedado sin las lecturas del taller y no se habría publicado…
Lee la entrevista completa con la escritora Martha Camacho aquí
Otro colisionador al que entrevisté fue Quino Islas, un joven músico jazzista que exploró (y explotó) su faceta de escritor en el GCTE, donde participa desde el año 2020. Su cuento La eternidad más larga fue publicado en la revista Inéditos y también forma parte de la primera antología del GCTE. Sobre el proceso de escritura de este relato y su experiencia en el taller comenta:
Literal me desperté como 5 am de una pesadilla, con un sabor muy amargo y no pude hacer otra cosa más que ponerme a escribir. Unos dos o tres meses después recordé eso que escribí y se me ocurrió tratar de darle forma en algo legible para presentarlo en el taller. Con mucha dificultad me puse a editarlo, quitarle y ponerle y todo éso. Surgió la idea de convertirlo en un relato de CF con la parte del final y eso me motivó más para echarle ganas al texto. En el taller me ayudaron a darme cuenta que la versión inicial estaba muy bien hecha la narrativa y estilo de la primera parte, pero que el final definitivamente necesitaba más cuidado y que de hecho estaba muy choteado, así que cambié eso. Entonces solo hice esos cambios rápidamente y lo mandé a la convocatoria de inéditos.
El relato de Quino tiene muchos elementos «impresionistas», si se pueden llamar así, que intentan dibujar imágenes en la mente del lector. Aborda la obsesión de Ray, el protagonista, con una mujer de la que se enamora…todo lo cual resulta ser sólo una puesta en escena de un experimento surrealista (obviamente con ciencia ficción de por medio).
Lee la entrevista completa con Quino Islas aquí
Gran Colisionador de Textos Especulativos: creando y difundiendo literatura emergente
El taller del Gran Colisionador de Textos Especulativos es un espacio en el que personas muy diversas han encontrado una comunidad para crear y compartir ciencia ficción (entre otros géneros especulativos). Además de los mencionados en este reportaje hay muchos otros y otras escritoras que participan activamente en este gran esfuerzo. Consulta la lista completa y encuentra sus textos directamente en su sitio web. No olvides que puedes descargar su primera antología Mundos en Colisión Vol. 1 de manera gratuita. También la puedes adquirir impresa en Amazon.
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